1. ANÁLISIS DEL RIESGO ASIGNADO: ABUSO/ADICCIÓN
Abuso o
adicción a internet
Es un hecho que uno de los acontecimientos más llamativos durante nuestra última década
sigue siendo el creciente impacto del uso de las nuevas tecnologías en nuestros
estilos de vida y en general, en nuestra sociedad. Pero, en paralelo a la
transformación y ventajas que proporciona el uso de Internet como medio de
información, como facilitador de las relaciones sociales, y en general, como
instrumento de ocio y de interacción, también aparecen las consecuencias del
abuso en la utilización de este medio. Este incremento tan importante en el uso de Internet
en los últimos años ha conducido en determinados casos a un uso patológico del
mismo, que se ha catalogado como adicción a Internet y, por lo tanto, a las
nuevas tecnologías como teléfonos móviles, videojuegos,etc.
¿Qué es?
En general, definimos una adicción como una actitud o
conducta generada como consecuencia de una dependencia. La adicción es el abuso
habitual, independiente de la voluntad, de una sustancia o actividad, con
resultado de dependencia.
La tarea de definir lo que es la adicción a Internet
es algo que ya de partida nos supone un problema. Con lo expuesto anteriormente
podemos decir que el uso de Internet (como cualquier otro comportamiento) es
susceptible de crear una adicción en función de la relación que el sujeto
establezca con ese uso.
¿A quién
afecta?
El uso patológico de Internet y de otras nuevas
tecnologías puede afectar a cualquier persona, pero vemos con preocupación cómo
afecta cada día con mayor frecuencia a niños y jóvenes hasta el punto que se
les ha llamado la generación “net”.
Los jóvenes dependientes de Internet y de las nuevas
tecnologías en general dedican un excesivo tiempo a estas actividades en
detrimento de otras como los estudios o el trabajo, el descanso y el sueño, la
lectura de libros, ver la televisión o simplemente hablar con familiares o
amigos, con el consiguiente empobrecimiento de las relaciones sociales.
Los
adolescentes son el colectivo más vulnerable por la adicción a internet.
El uso de internet y las redes sociales "no es malo", pero su abuso "altera e interfiere" en
muchas actividades, según el primer protocolo de tratamiento de la
adicción a estas tecnologías, un problema que afecta especialmente a los
adolescentes y que puede llegar a ser una patología.
"Hay personas que pueden llegar a
estar diez horas jugando en internet", ha señalado el experto, quien ha
afirmado que esta adicción "puede
producir alteraciones en los ritmos de sueño y la alimentación, provocar
la pérdida de un trabajo por su abuso o problemas familiares y
académicos", ha indicado.
Disminuir
el deseo
Respecto al tratamiento que pueden tener estas adicciones, Chóliz ha
señalado que una primera fase pasa por
la disminución de la necesidad o deseo de utilizar internet y enseñar un
uso controlado de la red, algo que puede lograrse después de varias semanas.
"No se pretende que la persona no
consuma ni que esté en una urna de cristal, sino que lo haga
de forma controlada", ha señalado el psicólogo, quien ha agregado que el
control "se debe imponer al principio, para que después adquiera un uso
racional".
Mariano Chóliz ha agregado que también es importante que el afectado desarrolle otro tipo de actividades y
estrategias "para que tenga la mente y las manos en otra cosas y
evitar recaídas".
Para ello, según Chóliz, es
"fundamental" el papel de la familia, ya que las técnicas de
control externos deben ejercerse principalmente en el ámbito doméstico.
"Los padres no entienden qué le está ocurriendo a su hijo o
hija", ha señalado el experto, quien ha agregado que con unas pautas dadas
por el terapeuta podrían suponer un gran apoyo para la recuperación de esa
adicción.
Información obtenida de las
siguientes páginas webs:
Este tema lo vamos a trabajar con
los alumnos dándoles en clase un cuento el cual tenga que ver con el tema del
abuso y la adicción. En el cuento aparecerán muchos personajes, ya que nuestra
intención es que los niños/as realicen una dramatización en la cual puedan
participar todos.
Pensamos que sería adecuado para
Tercer Ciclo de Educación Primaria ya que los niños tienen más conciencia de
estos fenómenos y entenderán mejor tanto los problemas como la importancia de
ponerles solución a tiempo.
Por último, se llevará a cabo un
debate final para que los niños reflexionen sobre este problema, una vez que
han visto qué les ocurre a los personajes del cuento.
Se les hará preguntas del tipo:
¿conoces algún caso similar al del protagonista del cuento?; ¿qué experiencias
se pierden los niños dedicando tanto tiempo a internet y no relacionándose con
sus amigos?; ¿crees que se debe poner un tiempo límite al día para usar el
ordenador?
Cuento
Todas las tardes algunos alumnos de
quinto curso del Colegio Monteazahar de Las Torres de Cotillas se reunían para
salir al parque a jugar.
Pablo siempre quedaba con ellos,
pero de repente un día dejó de salir a jugar con sus compañeros. Al resto de
niños esto les extrañó.
Un día como de costumbre lo
llamaron por teléfono para preguntarle si salía a jugar:
Adrian: - Pablo, ¿sales a jugar?
Pablo: -No, es que estoy en casa
haciendo deberes.
Adrian: - Vale, pues entonces
mañana nos vemos en el colegio.
Cuando Adrian le contó al resto de
sus amigos/as que Pablo le dijo que no salía porque estaba haciendo deberes,
todos los niños se quedaron asombrados ya que Pablo nunca había sido de los
niños que se preocupaba tanto por sus tareas escolares.
Siguieron pasando los días y la
situación continuaba igual, ya casi nunca veían a Pablo, solo en las clases,
pero echaban de menos que por las tardes salieran a jugar con ellos, por lo que
decidieron en un recreo preguntarle qué le pasaba.
María: -Hola Pablo, ¿estás bien?
Pablo: -Claro María, estoy muy
bien. ¿Por qué lo preguntas?
David: - Ya nunca quedas con
nosotros para jugar, ¿es que te has enfadado por algo?
Pablo: - No… lo que pasa es que
tengo deberes que hacer.
Nuria: - Pero Pablo, ¿tantos
deberes que estás toda la tarde ocupado?
Alejandro: Nosotros también tenemos
deberes y aún así salimos un rato a jugar. Echamos de menos que juegues con
nosotros.
Pablo: - Ya… pero es que… no puedo,
mi madre no me deja salir.
Después de esta conversación los
niños fueron conscientes de que a Pablo le pasaba algo, y decidieron al día
siguiente contárselo a su profesora.
En la hora del recreo se quedaron
con ella en el aula y le dijeron:
María: - Profesora queremos
contarte algo.
Profesora: - Decidme niños.
Adrian: - Pensamos que Pablo puede
tener algún problema. Ya nunca sale con nosotros un rato a jugar por las
tardes.
Alejandro: - Además nos ha dicho
que tiene muchos deberes y que su madre no le deja salir y eso no es
cierto, porque nosotros tenemos los
mismos deberes que él.
Profesora: - Bueno niños no
preocuparos, hablaré con su madre y le comentaré a qué se debe este cambio de
actitud.
La profesora decidió reunirse con
la madre de Pablo, puesto que ella se había percatado que algo le pasaba. Pablo
le había dicho a sus compañeros que tenía muchos deberes pero la profesora
siempre tenía que enviar notas a Pablo porque últimamente había dejado de
realizar los deberes.
Cuando la madre de Pablo fue al
colegio, la tutora le comentó lo que ocurría, le dijo que los niños con los que
Pablo habitualmente salía por las tardes le habían dicho que ya nunca salía a
jugar y que además, le habían dicho que era porque su madre lo había castigado.
Madre de Pablo: - No es cierto que
Pablo esté castigado. Su padre y yo trabajamos todo el día y no sabemos lo que
hace por las tardes, ya que está solo hasta la noche que nosotros volvemos de
trabajar.
Profesora: - ¿Y crees que su cambio
de actitud se puede deber a algún cambio que haya ocurrido en vuestro entorno?
Madre de Pablo: - El único cambio
es que hace unas semanas compramos un ordenador, ya que su padre lo necesitaba
para trabajar.
En cuanto la madre de Pablo comentó
que había un nuevo ordenador en casa pensó que lo que podía estar pasándole a
Pablo es que se quedara toda la tarde en el ordenador y por eso ya nunca jugase
con sus compañeros.
La profesora dijo a la madre que
intentaran actuar ante esta situación, restringiendo en la medida de lo posible
las horas que Pablo pasaba ante el ordenador y diciéndole lo importante que es
que salga a jugar con sus amigos.
Cuando la madre llegó a casa habló
con Pablo acerca de las nuevas medidas que se iban a tomar y le dijo que a
partir de ahora el ordenador tendría una contraseña y que sólo podría
utilizarlo cuando sus padres estuvieran en casa y un determinado tiempo al día.
Pasados los días Pablo comenzó
acatar estas normas pero se dio cuenta de que sus compañeros de clase ninguna
tarde iban a llamarle para jugar.
Pablo se puso muy triste pero a la
vez pensó que esto podía haber ocurrido porque las últimas veces que fueron a
llamarle les mintió diciéndole que estaba ocupado.
Desde ese momento Pablo tuvo que
volver a acercarse a sus compañeros poco a poco hasta que volvieron a salir un
rato todas las tardes. Y se concienció y se dio cuenta de que por pasar tanto
tiempo frente al ordenador casi pierde a sus amigos.
Práctica realizada por:
Soraya Alfonso García
Laura Pastor Ruíz
María Gómez Nadal
Verónica Carbonell Beneyto
3. REFLEXIÓN INDIVIDUAL
Tras la realización de esta práctica, hemos podido saber más sobre uno de los riesgos que tiene Internet: el abuso/adicción. La mayoría de las personas pasan el día conectados a Internet y en las redes sociales, y no pueden estar mucho tiempo sin mirar el móvil para comprobar si tienen algún mensaje. Y a menudo hay personas que se reúnen con sus amigos y ves como casi todos están pendientes del móvil o algunos prefieren quedarse en casa. Pero no quiere decir que quedarse en casa afianza las relaciones familiares, todo lo contrario, cada uno esta con un ordenador, o el móvil, o la tablet, etc.
Todo esto nos hace ver que cada vez las personas perdemos las relaciones y el dialogo personal, cara a cara, entre la gente de nuestro alrededor, nos volvemos más "sedentarios", es decir, preferimos quedarnos en casa. Y nos damos cuenta que no podemos pasar mucho tiempo sin conectarnos a Internet y hacer uso de ello. Estos comportamientos debemos evitarlos, y por supuesto tener en cuenta los niños/as pequeños porque cada vez empiezan más pronto a utilizar las nuevas tecnologías, incluso saben mucho más sobre las TIC que personas adultas.
Nosotros como docentes somos los encargadas de explicar estos temas a la familia y juntos establecer los límites de uso de Internet y explicar que está bien y que mal, y si en algún momento notamos algún comportamiento o actitud extraña en nuestros alumnos/as saber de qué se trata y como solucionarlo.
Finalmente, está práctica ha sido muy provechosa ya que hemos podido conocer un poco más los riesgos que se pueden dar en Internet y cómo poder evitarlos para que las futuras generaciones sepan cómo tienen que usarlo y que provecho pueden sacar de ello.